Los entornos naturales al aire libre, incluidos los espacios verdes, juegan un papel importante en la preservación de la salud y el bienestar de la población en las ciudades y brindan servicios ecosistémicos y beneficios ecológicos, además de tener valores recreativos, sociales y culturales. Muchos estudios han asociado los espacios verdes con efectos beneficiosos para la salud, que incluyen una mayor capacidad de restauración, una mejor percepción del bienestar y la salud mental, una reducción de las enfermedades cardiovasculares y una disminución de la mortalidad por causas naturales.